Esta bota es un homenaje a Jean-Pierre Haurie, pionero que, con su visión y pasión, dejó una marca indeleble en la viticultura de Jerez. Proveniente de Francia, Haurie llegó a esta histórica región con el deseo de revivir y enriquecer la tradición del vino de Jerez, aportando su vasta experiencia y un enfoque innovador. Su dedicación a la mejora de la calidad de los vinos y su profundo respeto por el terroir jerezano, lo convirtieron en un referente esencial para la industria. Este vino es un tributo a su legado, a su incansable labor por llevar a Jerez a nuevos horizontes, mientras conserva la esencia y el carácter único de la región.

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