Finales del siglo XVII
1672-1697
Guerras finiseculares entre Francia e Inglaterra
Las guerras entre Francia e Inglaterra en el periodo de 1672 a 1697 cambiaron significativamente el mercado internacional del vino. En un intento de causar daño al oponente, los vinos franceses fueron primero prohibidos y luego sometidos a altos aranceles en Inglaterra. Como resultado, los vinos de la región de Burdeos fueron reemplazados principalmente por vinos de Oporto y Jerez, aunque con una gran inestabilidad en el caso de los vinos de Jerez debido a las difíciles relaciones entre España y Gran Bretaña en el primer tercio del siglo XVIII.
Las técnicas vitivinícolas evolucionaron a partir de esta coyuntura a un ritmo mucho más rápido de lo que lo habían hecho hasta entonces. Se procede a la elección de variedades de uvas y una atención más cuidadosa en la viticultura. Se seleccionaban los vinos de mejor calidad y se realizaban trasiegos para aumentar su calidad. También se adoptaron nuevas técnicas enológicas, como el uso de sulfuro para desinfectar las barricas y la clarificación de los vinos con claras de huevo.
Estas innovaciones técnicas estuvieron estrechamente relacionadas con los cambios en el sistema comercial. El comercio pasó a manos británicas, que desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo de la vitivinicultura en el Marco del Jerez.
La Guerra de Sucesión Española detuvo el avance de las transformaciones en la producción vitivinícola en Jerez durante el último tercio del siglo XVII. Antes de la guerra, los productores de vino disfrutaban de las políticas proteccionistas del Antiguo Régimen frente a los comerciantes ingleses. Sin embargo, después de la Convención del Pardo, que puso fin a este enfrentamiento bélico, y el Tratado de Sevilla, se restauraron los privilegios comerciales británicos. Esto conllevó a un recrudecimiento de las enfrentamientos entre los grandes viticultores del Marco y los mercaderes ingleses.
La controversia más intensa giraba en torno al sistema comercial empleado por los comerciantes, que consistía en hacer compras de vino durante todo el año para obtener los mejores precios. Luego, almacenaban el vino, procediendo a su venta según la demanda.
Ante estos enfrentamientos, surge en la cuarta y quinta décadas del siglo XVIII la creación de los Gremios de Cosecheros que redactan nuevos instrumentos legales entre las cuales, la más importante, es la prohibición de los almacenados.
1733, 1737 y 1745
Creación de los gremios de cosecheros
EL PLEITO
El enfrentamiento entre cosecheros y comerciantes
llegó a su punto álgido en la década de los años setenta del siglo XVIII.
Los comerciantes, encabezados por Juan Haurie,
se dirigieron el 5 de mayo de 1773 al Consejo de Castilla,
solicitando la supresión del Gremio de Vinatería.
Siglo xviii
El fin de las prohibiciones
A partir de este momento, dará comienzo el inicio de los almacenados de vino, ya existentes, pero no extendidos en el siglo XVII, cobrará mayor importancia el sistema de añadas, y para ello, las variedades cultivadas en cada pago que conforman en la actualidad en el Marco del Jerez, su climatología y la disposición en los diferentes tipos de suelos.
La viticultura tradicional del Marco del Jerez se transformó en agroindustria vinatera. A comienzos del siglo XIX, el principal método de elaboración del jerez era el sistema de añada. Este sistema consistía en el almacenado del vino de año en año.
La producción de vino mediante este sistema ya era conocida en Jerez hace mucho tiempo; pero no fue hasta después de las napoleónicas cuando su utilización empezó a ser realmente importante. Los vinos se mantenían separados durante cierto número de meses antes de ser introducidos en el sistema incipiente e innovador de la época, el sistema criaderas y soleras, después de ser clasificados.
Siglos XVIII y XIX
Moderna Industria Vinatera del Marco del Jerez
